Santo Domingo — El ministro de Industria, Comercio y Mipymes, Víctor “Ito” Bisonó, volvió a destacar los avances del sector de zonas francas durante una entrevista reciente, pero sus declaraciones dejan más dudas que certezas entre algunos analistas y actores económicos.
En medio de la antesala al Día Nacional de las Zonas Francas, programado para el próximo 12 de agosto, Bisonó resaltó la simplificación de trámites y la automatización como logros del gobierno para atraer inversión extranjera directa, además de anunciar alianzas con universidades internacionales para fortalecer la capacitación técnica y tecnológica.
Sin embargo, la gestión del ministro ha recibido cuestionamientos respecto a la velocidad y el impacto real de estas medidas en la economía dominicana. A pesar de que se habla de crecimiento, el aporte del sector de zonas francas a la inversión extranjera apenas se mantiene en un 7%, un porcentaje que no termina de convencer a quienes esperaban un impulso más sólido para la generación de empleo y el desarrollo regional.
Además, aunque Bisonó destacó que más de la mitad de los empleos en zonas francas son ocupados por mujeres y que hay una expansión hacia manufactura avanzada y tecnologías como dispositivos médicos y semiconductores, persisten inquietudes sobre la suficiencia de la formación técnica nacional para sostener esa diversificación, así como la capacidad real de las Mipymes para insertarse en esta dinámica.
Por otro lado, mientras el ministro alaba la alianza público-privada y el apoyo del gobierno a la estabilidad social y económica, sectores empresariales y sindicales mantienen reservas sobre si las políticas actuales serán capaces de superar la ralentización económica y responder a las necesidades reales de las clases medias y bajas.
Con una economía que enfrenta múltiples desafíos y una inversión extranjera que aún no despega del todo, el discurso de Ito Bisonó parece más un buen marketing que un reflejo tangible de cambios profundos en el sector productivo dominicano.