La inteligencia artificial (IA) no solo está escribiendo libros, generando imágenes y tomando decisiones estratégicas en empresas: ahora también está componiendo canciones, produciendo discos completos y, como si fuera poco, creando bandas que se vuelven virales sin que haya un solo humano detrás del micrófono. La revelación de que el grupo de rock The Velvet Sundown, seguido por más de un millón de personas en Spotify, fue completamente generado por IA, ha sacudido la industria musical y abierto un nuevo capítulo en la historia del arte.
El sencillo “Rivers Run Free”, lanzado bajo el nombre de esta banda ficticia, logró posicionarse en listas de reproducción populares, colarse en TikTok y generar miles de reacciones antes de que sus creadores anunciaran lo impensable: ninguno de los miembros del grupo existe realmente. La voz, los instrumentos, las letras y hasta la imagen del grupo fueron producto de modelos avanzados de inteligencia artificial entrenados para emular el sonido y estilo del rock alternativo moderno.
Aquí la canción 👇
La noticia causó un terremoto en el mundo de la música. Críticos, fanáticos y expertos se enfrentan ahora a una pregunta crucial: ¿puede una canción generada por máquinas tener alma? Para muchos, la respuesta ya no es tan simple.
“El caso de The Velvet Sundown no es un truco publicitario. Es el inicio de un fenómeno que cambiará para siempre la forma en que se crea y consume música”, aseguró la analista tecnológica y cultural Clara Meersman. “Estamos viendo cómo la IA puede no solo asistir a artistas humanos, sino también crear desde cero identidades musicales completas y exitosas”.
El caso ha despertado un debate ético y creativo sin precedentes. ¿Debe el público ser informado si lo que escucha fue compuesto por una inteligencia artificial? ¿Se les debe pagar derechos a los desarrolladores del modelo? ¿Qué pasará con los músicos humanos cuando los algoritmos puedan generar miles de canciones por día en todos los géneros posibles?
Lo cierto es que The Velvet Sundown no será un caso aislado. Plataformas como YouTube, TikTok, Spotify y SoundCloud ya están siendo inundadas por contenido generado por IA. Algunos expertos prevén que para 2030, una de cada tres canciones en los charts podría haber sido creada sin intervención humana directa.
Por ahora, “Rivers Run Free” sigue acumulando reproducciones, mientras su verdadera naturaleza —fría, sintética y brillantemente programada— se convierte en el símbolo de una nueva era: la era de la música artificial.
