El ministro de Cultura, Roberto Ángel Salcedo, calificó este jueves como un acto “imperdonable” la reciente alteración de la letra del Himno Nacional Dominicano por parte de un grupo vinculado al colectivo LGBT. El funcionario expresó su firme rechazo a la modificación, que ha provocado un intenso debate en la sociedad dominicana.
Salcedo advirtió sobre la importancia de preservar la integridad de los símbolos patrios, señalando que estos representan la historia, la identidad y la soberanía del país. “El Himno Nacional no es un texto cualquiera, es un símbolo sagrado. Cualquier intento por modificar su contenido atenta contra lo que somos como nación”, afirmó.
La polémica modificación ha generado opiniones encontradas, enfrentando argumentos sobre la libertad de expresión frente al respeto y la inviolabilidad de los emblemas nacionales. Sin embargo, para el ministro, se ha cruzado una línea que no debe tocarse “bajo ningún motivo”.
Finalmente, Roberto Ángel hizo un llamado a la reflexión colectiva sobre los límites del activismo social, resaltando que las causas pueden ser legítimas, pero no deben ir en detrimento del patrimonio simbólico de la República Dominicana.
Salcedo también señaló que el Ministerio de Cultura evaluará posibles acciones legales o institucionales para evitar que hechos como este se repitan. “No se trata de censurar a nadie, sino de establecer claramente que los símbolos patrios no pueden ser utilizados como instrumentos de protesta o modificación ideológica”, enfatizó.
Diversos sectores de la sociedad, incluyendo historiadores, juristas y representantes religiosos, se han sumado al rechazo, argumentando que el Himno Nacional está protegido por leyes que garantizan su respeto y uso adecuado. Algunos incluso han solicitado sanciones ejemplares para quienes promovieron la alteración.
Mientras tanto, representantes del colectivo LGBT defendieron la intervención como un acto simbólico para visibilizar sus demandas sociales, asegurando que no fue con intención de ofender, sino de llamar la atención sobre sus derechos. Sin embargo, el impacto del gesto continúa provocando reacciones encendidas en todos los ámbitos de la opinión pública.