Diversos sectores de la sociedad dominicana han condenado enérgicamente la modificación del Himno Nacional realizada por la poeta y activista Joselis Castillo, quien alteró la letra original para visibilizar la lucha de la comunidad LGBTQ. La acción ha sido calificada como una “afrenta a la patria” y una “falta de respeto a los símbolos nacionales”.

La pieza, que pretendía ser una forma de protesta artística, generó críticas incluso dentro de colectivos homosexuales. El grupo “Amigos Siempre Amigos” se desmarcó del acto, afirmando que no lo comparten ni lo consideran una vía adecuada para expresar demandas sociales.

Juristas han recordado que la Ley 120-19 penaliza las alteraciones irrespetuosas de los símbolos patrios, estableciendo sanciones de hasta tres meses de prisión. El Ministerio Público podría actuar de oficio en este caso, como ocurrió en 2015 con el artista urbano El Alfa, quien fue sancionado tras denigrar a los Padres de la Patria.

La polémica sigue encendiendo el debate entre libertad de expresión y el respeto a los símbolos nacionales.

La poeta Joselis Castillo defendió su versión modificada como una manifestación artística que busca visibilizar las luchas históricas de mujeres lesbianas y otras identidades disidentes, afirmando que “el himno también debe representar a quienes han sido históricamente excluidas de la narrativa nacional”. Sin embargo, sus palabras no han logrado calmar las aguas.

Figuras políticas, religiosas y del ámbito educativo se han sumado al repudio. Algunos exigen sanciones ejemplares para evitar que este tipo de expresiones se repitan, mientras otros piden un debate más profundo sobre inclusión y los límites del arte frente a los símbolos patrios. “Una cosa es la libertad de expresión, y otra, jugar con lo sagrado de la patria”, expresó un legislador.

En redes sociales, la polémica ha dividido a la ciudadanía. Mientras algunos defienden la libertad de reinterpretar expresiones culturales, una gran mayoría ha expresado su rechazo categórico. El tema ha escalado hasta convertirse en una discusión nacional sobre identidad, respeto y derechos civiles en la República Dominicana.