Pekín – Lo que comenzó como una curiosidad para niños se ha transformado en un fenómeno social que conquista también a los adultos en China: los juguetes con inteligencia artificial. Desde muñecos capaces de mantener conversaciones hasta figuras que crean animaciones a partir de fotos, estos productos se han convertido en un boom tecnológico y cultural.
De acuerdo con los desarrolladores, los nuevos modelos permiten a los usuarios personalizar voces, crear interacciones realistas y recibir reportes sobre el aprendizaje y desarrollo de los niños. En muchos hogares, los padres valoran esta función como una herramienta educativa que combina entretenimiento con seguimiento del progreso escolar.
Sin embargo, el mercado no se limita a los más pequeños. Cada vez más adultos reconocen que estos juguetes se han vuelto parte de su vida cotidiana. Muchos aseguran que la experiencia interactiva les ayuda a reducir el estrés, distraerse de la rutina laboral y hasta encontrar compañía en momentos de soledad.
El fenómeno ha impulsado una industria millonaria, con empresas chinas exportando estos productos a mercados internacionales y generando debates sobre el potencial de la IA aplicada al entretenimiento. En ciudades como Shanghái y Shenzhen ya existen ferias dedicadas exclusivamente a estos juguetes inteligentes.
Aunque los beneficios son celebrados por miles de usuarios, expertos también alertan sobre riesgos relacionados con la privacidad y el uso de datos personales, especialmente en los modelos que recopilan información de menores de edad. La discusión sobre regulaciones avanza en paralelo al crecimiento del mercado.
Para los especialistas, la “fiebre” de los juguetes con IA en China refleja un nuevo capítulo en la relación entre humanos y tecnología: del aprendizaje infantil a la gestión emocional adulta, el juguete inteligente se ha convertido en un símbolo de cómo la innovación redefine el ocio y la vida diaria.
Con un mercado en plena expansión, analistas prevén que los juguetes con IA podrían convertirse en una de las exportaciones tecnológicas más influyentes de China en los próximos años, al mismo nivel de la telefonía móvil y los dispositivos inteligentes.