Orlando, Florida – Un cruce peatonal con los colores del arcoíris, que formaba parte del memorial por las 49 personas asesinadas en la masacre de la discoteca Pulse en 2016, fue recientemente cubierto con pintura negra por autoridades estatales. La medida ha generado controversia en la ciudad y en todo el estado de Florida.
El cruce, símbolo de la comunidad LGBTQ y de recuerdo a las víctimas, fue alterado siguiendo lo que las autoridades locales describen como una directiva del gobierno federal sobre señales viales. La acción se produce luego de que el secretario de Transporte emitiera un mensaje criticando directamente los cruces peatonales pintados con los colores del arcoíris.
El alcalde de Orlando ha rechazado la decisión, calificándola como una falta de respeto al memorial y a las víctimas de Pulse. “Este cruce no es solo pintura, es memoria, es solidaridad y es la voz de una comunidad que sufrió una tragedia inhumana”, declaró.
Organizaciones locales y activistas han denunciado la medida, afirmando que borra un símbolo de inclusión y recuerdo, y han llamado a restaurar los colores originales del cruce. Mientras tanto, debates sobre la libertad de expresión y la preservación de espacios conmemorativos se intensifican en Florida.
El cambio ha reavivado discusiones sobre cómo los gobiernos locales y estatales manejan los memoriales y símbolos de minorías, y sobre la importancia de mantener viva la memoria de quienes perdieron la vida en eventos trágicos.
Algunos residentes han comenzado a organizar vigilias y actos simbólicos en el lugar, pintando temporalmente los colores del arcoíris con tiza y flores, como forma de protesta pacífica.
Expertos en urbanismo y derechos civiles han señalado que estas acciones podrían convertirse en precedentes sobre cómo se tratan los memoriales urbanos, generando un debate sobre la autonomía local frente a directivas estatales y federales.
Además, líderes de la comunidad LGBTQ han anunciado que presentarán recursos legales para garantizar que símbolos de memoria y diversidad no sean eliminados, enfatizando que la memoria de las víctimas debe permanecer visible para futuras generaciones.