Santo Domingo, 6 de agosto, 2025 — El precio del botellón de agua purificada volvió a subir y ahora se vende entre 80 y 100 pesos, lo que representa un aumento de entre 10 y 15 pesos en comparación con meses anteriores. Esta nueva alza ha generado preocupación y malestar entre los consumidores, quienes cuestionan la frecuencia con que se registran estos incrementos.
Janet Fernández, reportera de Noticias Telemicro, conversó con varios usuarios afectados. “El agua es esencial en la vida, ni la comida, el agua. Entonces no deberían haberla subido”, expresó una consumidora visiblemente preocupada. Otro consumidor comentó que anteriormente en los colmados el precio del botellón estaba en 60 pesos, pero ahora lo venden hasta en 75.
Este aumento varía según la marca, el establecimiento y la región del país, pero el impacto en el bolsillo de los consumidores es evidente, en un contexto donde otros costos también suben.
Algunos comerciantes, aunque enfrentan mayores costos en la compra, han decidido no trasladar el aumento a los clientes para aliviar la carga. Sin embargo, mencionan que el alza en los impuestos y servicios básicos, como la electricidad y el teléfono, afectan sus márgenes de ganancia.
En mayo pasado, ya se habían registrado incrementos similares en el precio del agua purificada, lo que refuerza la percepción de un aumento constante que afecta la economía familiar.
Además, especialistas en consumo alertan que el constante aumento en productos básicos como el agua purificada puede generar un efecto dominó en la inflación general, afectando especialmente a los sectores más vulnerables de la población. “Cuando sube un producto esencial, la presión sobre el presupuesto familiar crece y obliga a recortar en otros gastos indispensables”, indicó un economista entrevistado.
Por su parte, autoridades del sector aseguran que están monitoreando la situación y evaluando medidas para evitar que los precios sigan escalando de manera desproporcionada. Sin embargo, también reconocen que factores externos como el incremento en los costos de producción y distribución inciden directamente en los precios finales al consumidor.