Virgilio Féliz alzó la voz en un encendido llamado de atención al Estado dominicano, denunciando la histórica deuda que mantiene con los pacientes de salud mental. A raíz del trágico caso de un joven con esquizofrenia que terminó quitándole la vida a una mujer en su residencia, Féliz subrayó la falta de atención, tratamiento y centros especializados para personas con condiciones psiquiátricas en el país.
“El Estado dominicano ha abandonado a su gente más vulnerable. No hay acceso a medicamentos adecuados, los seguros no cubren consultas psiquiátricas y no existen lugares dignos para tratar ni recluir a estos pacientes”, enfatizó. Virgilio lamentó que estos casos solo cobren relevancia cuando ocurre una tragedia, dejando en evidencia la ausencia de políticas públicas efectivas.
Además, criticó el hecho de que la psiquiatría siga siendo un lujo inalcanzable para muchos, ya que ni los medicamentos ni las consultas están cubiertas por la seguridad social. “La salud mental sigue siendo invisible para el sistema”, sentenció, pidiendo una respuesta urgente del Estado ante una situación que, según dijo, ya ha cobrado demasiadas vidas.
Féliz sostuvo que los tratamientos para este tipo de trastornos suelen ser altamente costosos, y los familiares de los pacientes se ven obligados a enfrentar solos el peso emocional y económico. “No es justo que una madre o un padre tenga que elegir entre alimentar a su familia o pagar un medicamento psiquiátrico que puede costar miles de pesos mensuales”, dijo, al tiempo que denunció que ni siquiera los fármacos de mediana generación están incluidos en el catálogo de la seguridad social.
También denunció que en República Dominicana no existen centros especializados suficientes ni condiciones adecuadas para reclusión o rehabilitación de personas con trastornos mentales graves. “¿Dónde los vamos a poner? ¿Cómo vamos a tratarlos para que mejoren o no empeoren? Aquí simplemente no hay dónde”, expresó con indignación, cuestionando el compromiso del Estado con el bienestar colectivo.
Finalmente, hizo un llamado a la clase política, sin distinción de partidos ni gobiernos pasados, exigiendo una reforma estructural que garantice derechos reales en materia de salud mental. “Desde el trujillato hasta hoy, ningún gobierno ha dado una respuesta concreta. Esta deuda del Estado es histórica, pero también es criminal seguir ignorándola”, concluyó.