El presidente Donald Trump visitó este viernes el estado de Texas, afectado por intensas lluvias e inundaciones que han dejado más de 120 personas fallecidas y cientos de desaparecidos. La tragedia, considerada una de las peores en la historia reciente del estado, ha desatado una urgente respuesta de los organismos de socorro y una ola de solidaridad nacional.

Acompañado de su esposa, Melania Trump, el exmandatario recorrió la zona de Kerrville, una de las más golpeadas por las lluvias, donde sostuvo encuentros con familias afectadas, equipos de rescate y autoridades locales. Durante su visita, expresó su “total respaldo” a los texanos e instó al gobierno federal a ampliar los fondos de asistencia por desastre.

“Lo que ha ocurrido aquí es devastador. No vamos a dejarlos solos. Todo el país está con ustedes”, declaró Trump desde un centro comunitario temporalmente habilitado como refugio. Agradeció además a los voluntarios y personal de emergencia por su trabajo incansable desde el inicio de la emergencia.

La visita tiene también un componente político, pues se produce mientras Trump continúa posicionándose de cara a las elecciones de 2024. Algunos analistas señalan que su presencia busca contrarrestar críticas por su intención previa de recortar el presupuesto de FEMA, agencia clave en emergencias como esta.

El mandatario aprovechó la ocasión para pedir una declaración de “desastre mayor” a nivel federal que amplíe los recursos para reconstrucción y compensación a las víctimas. Ya se ha autorizado ayuda en al menos nueve condados, pero se espera que esa cifra aumente conforme se evalúen los daños.

Trump finalizó su recorrido con una oración conjunta con líderes religiosos locales, prometiendo regresar en las próximas semanas para seguir de cerca los esfuerzos de recuperación. “Texas es fuerte, pero también necesita justicia y recursos ahora”, concluyó.

Trump criticó lo que calificó como una “respuesta tardía del gobierno federal” y expresó su solidaridad con los texanos. “Esta tragedia necesita acción urgente, no burocracia”, dijo el exmandatario, quien busca capitalizar políticamente la crisis en medio de su campaña presidencial.