Santo Domingo –  A menos de un mes para la renovación de los bufetes directivos del Congreso Nacional, al menos tres legisladores del gobernante Partido Revolucionario Moderno (PRM) han manifestado su interés en presidir el Senado de la República, en una contienda interna que evidencia el peso de las ambiciones personales dentro de la bancada oficialista.

Entre los aspirantes figura el senador por María Trinidad Sánchez, Alexis Victoria Yeb, quien ha promovido su historial legislativo como carta de presentación. Con más de 70 iniciativas sometidas y varias leyes aprobadas durante sus dos períodos, Victoria Yeb afirma tener el respaldo de una parte significativa de sus colegas y asegura contar con la madurez política necesaria para asumir la presidencia de la Cámara Alta.

Otro contendiente es el senador por Santo Domingo, Antonio Taveras Guzmán, quien ha mantenido una postura crítica frente al clientelismo político y se ha mostrado como una figura de renovación dentro del Congreso. Desde mayo pasado ha hecho pública su intención de presidir el Senado, destacando su rol en temas como la reforma del Código Penal y la lucha contra la corrupción.

Por su parte, el actual presidente del Senado, Ricardo de los Santos, busca mantenerse en el cargo por un segundo año consecutivo. Su gestión ha sido valorada por su capacidad de generar consensos dentro del hemiciclo y por mantener una relación fluida con el Poder Ejecutivo, lo que le da una ventaja frente a sus competidores.

Además de estos tres nombres, otros senadores como Julito Fulcar (Peravia) y Santiago Zorrilla (El Seibo), también han sido mencionados como posibles aspirantes. Zorrilla, quien ya fue vicepresidente del Senado, ha declarado estar dispuesto a asumir la presidencia si su partido así lo decide.

El PRM cuenta con mayoría absoluta en el Senado con 27 de los 32 escaños, por lo que la elección del próximo presidente dependerá exclusivamente del consenso interno del partido. La decisión se tomará antes del 16 de agosto, fecha en que se instalará el nuevo período legislativo, marcando una etapa crucial para la gobernabilidad del Congreso.