Santo Domingo – El director del Servicio Nacional de Salud (SNS), doctor Mario Lama, negó que el personal médico del sistema público participe en los operativos de repatriación de mujeres embarazadas extranjeras. La aclaración fue ofrecida en respuesta a una carta enviada por el episcopado dominicano, en la que se solicitaba que los hospitales no se utilicen como centros de control migratorio.

Lama aseguró que los médicos y enfermeras están enfocados en ofrecer atención sanitaria sin discriminación, sin importar la nacionalidad o estatus migratorio de las pacientes. “El personal médico no interviene en los operativos de repatriación de embarazadas extranjeras”, expresó con firmeza el titular del SNS.

El funcionario recordó que las políticas del sistema de salud están centradas en la atención digna y humanizada a todos los pacientes, y rechazó que se utilicen las salas médicas para tareas que corresponden exclusivamente a la Dirección General de Migración. “Nuestros hospitales están para salvar vidas, no para servir como filtros migratorios”, agregó.

La carta del episcopado dominicano advirtió sobre posibles violaciones a los derechos humanos en medio de los operativos de repatriación de embarazadas, y pidió evitar que los centros hospitalarios sean utilizados como herramientas para controlar la migración. Este pronunciamiento generó reacciones en distintos sectores, incluyendo el gremio médico.

En ese sentido, asociaciones del sector salud respaldaron las declaraciones de Lama y aseguraron que involucrar al personal médico en temas migratorios pondría en riesgo la ética profesional y la confianza de los pacientes. También recordaron que el secreto médico y la atención humanitaria son pilares fundamentales de la medicina.

Finalmente, Mario Lama reiteró el compromiso del SNS con la salud materno-infantil y con garantizar que ningún paciente sea discriminado por su estatus legal. Indicó que los datos sobre nacimientos en hospitales muestran una alta demanda de servicios por parte de mujeres extranjeras, especialmente haitianas, lo cual representa un desafío que se aborda desde la salud, no desde la exclusión.