Santo Domingo, R.D. – La comunicadora Altagracia Salazar arremetió contra el presidente de la Cámara de Diputados, Alfredo Pacheco, por su reacción a la carta firmada por la primera dama Raquel Arbaje y las tres hijas del presidente Luis Abinader, en la que expresan su rechazo a la reforma del Código Penal sin incluir las tres causales del aborto. Salazar calificó la postura de Pacheco como “una forma de silenciar” a las mujeres del mandatario, afirmando que “no les dio una pelelengua, pero sí las mandó a callar”.
Durante su comentario matutino, Salazar criticó que el legislador reaccionara con molestia ante una opinión pública legítima por parte de cuatro ciudadanas dominicanas, privilegiadas sí, pero mujeres al fin. “A Pacheco no le importaron las miles de firmas que acompañan esa carta, lo que le dolió fue que viniera de las mujeres más cercanas al presidente”, afirmó.
La periodista también cuestionó duramente las declaraciones de la diputada Altagracia de los Santos, quien expresó que “una mujer se casa para tener relaciones y aguantarlo todo”. Salazar subrayó lo preocupante de que personas con ese nivel de pensamiento tomen decisiones sobre los derechos de 11 millones de dominicanos. “No me imagino a mi hija ni a mi nieta obligadas a tener relaciones por estar casadas, como plantea la diputada”, dijo.
Salazar denunció que República Dominicana forma parte de un grupo reducido de seis países del mundo donde las mujeres no pueden interrumpir embarazos ni siquiera en casos extremos como violación, incesto o riesgo de muerte. También ironizó sobre las estadísticas de nacimientos fuera del matrimonio, destacando que “el año pasado nacieron 117,000 niños sin certificado matrimonial. Aquí hay más Virgen Marías que en el Vaticano”, concluyó con mordacidad.
La reforma al Código Penal fue aprobada en segunda lectura la madrugada del martes con más de 100 enmiendas aún no publicadas completamente. La pieza pasará ahora al Senado, donde podría ser modificada nuevamente. Mientras tanto, el debate en torno a los derechos de las mujeres y la función de los legisladores continúa encendiendo los ánimos dentro y fuera del Congreso.