Un equipo de 13 rescatistas mexicanos se unió a las labores de búsqueda en el condado de Kerr, Texas, tras las severas inundaciones provocadas por el desbordamiento del río Guadalupe. Al enfrentar corrientes intensas y escombros bajo el agua, los rescatistas han recurrido a una técnica clave: guiarse por el olor para ubicar víctimas atrapadas bajo sedimentos.

Operando en zonas con el agua hasta la cintura y luchando contra la corriente, este grupo organizado por la Fundación 911 México y cuerpos de bomberos de Coahuila ha logrado recuperar al menos tres cuerpos hasta el momento. Según detalló Univisión, “Se guían por el olor para recuperar los cuerpos atrapados bajo el agua y el lodo”.

La inundación, originada el pasado 4 de julio por lluvias torrenciales, ha dejado decenas de fallecidos y numerosos desaparecidos. Las condiciones del terreno lleno de troncos, láminas y vidrios dificultan la búsqueda, lo que hace que este método olfativo rudimentario resulte indispensable hasta que sea posible implementar unidades caninas o tecnología especializada.

Los rescatistas permanecerán en Texas durante las próximas dos semanas, continuando las labores para localizar más víctimas y apoyar el esfuerzo conjunto con autoridades locales.

Además del uso del olfato, los rescatistas mexicanos han implementado técnicas manuales de rastreo entre lodo y escombros, debido a que la maquinaria no puede acceder a muchas de las zonas afectadas. “La corriente es muy fuerte y hay muchos obstáculos. Solo podemos trabajar con palas, cuerdas y el cuerpo”, explicó uno de los bomberos voluntarios.

El equipo llegó a Texas tras una solicitud de apoyo por parte de la comunidad mexicana residente en el estado, profundamente afectada por la tragedia. La Fundación 911 México, que coordinó el despliegue, destacó que todos los voluntarios costearon su viaje con apoyo ciudadano y donaciones, sin respaldo gubernamental, lo que ha generado admiración por su compromiso y solidaridad internacional.

Mientras continúa la operación, familiares de personas desaparecidas se mantienen a la espera de noticias, muchos de ellos acompañando a los rescatistas en el terreno. Las autoridades locales han elogiado la labor del equipo mexicano, calificándola como “determinante” en los primeros días tras el desastre, donde la prioridad es recuperar a las víctimas y prevenir nuevos riesgos sanitarios.