Nueva York, 14 de julio de 2025 – El Concejo Municipal de Nueva York aprobó hoy una serie de leyes que amplían y refuerzan los derechos laborales de los repartidores contratados por aplicaciones, incluidos aquellos que entregan comida, comestibles y otros productos.
Las medidas adoptadas incluyen:
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Salario mínimo garantizado: los repartidores de comestibles recibirán al menos USD 21.44 por hora el mismo nivel que ya reciben los repartidores de comida, lo que cubre alrededor de 20 000 trabajadores adicionales.
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Sugerencias de propina del 10 %: las plataformas deberán presentar una opción de propina del 10 % al momento del pedido, en lugar de después de la entrega, y permitir que se dé propina antes o durante el proceso de pedido .
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Pagos rápidos y transparencia salarial: las empresas estarán obligadas a pagar a los repartidores en un plazo de siete días desde el cierre del periodo de trabajo, acompañados de un desglose detallado y accesible de sus ingresos, que se deberá conservar por tres años .
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Derechos laborales más allá de la comida: la reforma extiende los derechos laborales a todos los repartidores contratados por terceros incluso aquellos que entregan productos, comestibles o mercancías garantizando acceso a baños, seguridad, bolsas aislantes y medidas informativas de protección contra incendios.
Además de establecer un salario mínimo y condiciones laborales más justas, las nuevas normativas incluyen la obligación de que las plataformas proporcionen a los repartidores materiales de seguridad contra incendios, especialmente para quienes utilizan bicicletas eléctricas. Esto responde a los crecientes riesgos por incendios provocados por baterías de litio defectuosas, un problema que ha generado gran preocupación en la ciudad.
Estas leyes también refuerzan el acceso a los baños de los comercios, un derecho que ya había sido aprobado pero que ahora se amplía para incluir a más tipos de repartidores. Con esto, las autoridades buscan dignificar el trabajo de miles de inmigrantes que componen gran parte de esta fuerza laboral, quienes durante la pandemia fueron considerados “esenciales” pero han enfrentado condiciones precarias por años.