Valeria Meléndez Oyola, coronada Miss Earth Puerto Rico en febrero, anunció ayer su renuncia al título alegando una “falta de herramientas” que le permitan “representar dignamente” a su país en el certamen internacional.

 En un comunicado en redes sociales, afirmó que su decisión nace del “amor propio”, la coherencia y el respeto a sus principios, insistiendo que “una corona no puede estar por encima de la dignidad, la verdad y el respeto personal”.

El director de Miss Earth Puerto Rico, Joe Ahmed, respondió que la organización sí provee las herramientas necesarias para sus delegadas y destacó su compromiso con candidatas “seguras” y enfocadas, aunque respetó la decisión de Meléndez Oyola y le deseó éxito.

Esta crisis se suma a recientes renuncias similares en certámenes locales, incluida Gabriela Vázquez (Miss Global PR), quien dejó su corona en abril por razones no reveladas.

El anuncio ha suscitado debate en la isla sobre el apoyo real que reciben las reinas de belleza para desenvolverse en concursos internacionales. Mientras la organización prepara a su sucesora, seguidores y expertos cuestionan si las estructuras actuales realmente respaldan el desarrollo y la representación auténtica de Puerto Rico en estos eventos.

Tras su renuncia, Valeria Meléndez recibió una ola de apoyo en redes sociales, donde muchos usuarios destacaron su valentía al priorizar sus valores sobre la fama. Algunos exreinas de belleza y figuras públicas también se solidarizaron con su postura, señalando que la presión que enfrentan las candidatas muchas veces no se corresponde con el respaldo que realmente reciben. La controversia ha reavivado el debate sobre la transparencia y la ética en la industria de los certámenes.

Por su parte, la organización Miss Earth Puerto Rico informó que abrirá un proceso para seleccionar una nueva representante, aunque no especificó si se tratará de una designación directa o una nueva competencia. Mientras tanto, el tema sigue generando opiniones divididas: mientras unos celebran la decisión de Meléndez como un acto de dignidad, otros cuestionan si debió esperar al certamen internacional antes de tomar una decisión tan drástica.