Las bolsitas de nicotina, un producto cada vez más popular entre adolescentes y adultos jóvenes, se han convertido en una alarmante fuente de intoxicación en niños pequeños, según un nuevo estudio publicado este lunes en la revista Pediatrics.
Investigadores del Hospital Infantil Nationwide de Ohio analizaron más de una década de datos de centros de toxicología en Estados Unidos y detectaron más de 134,000 casos de ingestión accidental de nicotina en niños menores de 6 años. Si bien la exposición a otros productos como cigarrillos electrónicos, gomas y pastillas de nicotina ha disminuido desde 2016, las bolsitas de nicotina mostraron un aumento del 760 % entre 2020 y 2023.
“Es un producto con alta concentración de nicotina y tiene buen sabor”, explicó la Dra. Natalie Rine, directora del Centro de Envenenamiento de Ohio Central y coautora del estudio. “No hay nada que le diga al niño: ‘Esto es malo, deberías escupirlo’… y ahí es donde se mete en problemas”.
Las bolsitas, que no contienen tabaco pero sí nicotina (sintética o natural), son discretas, dulces y fáciles de ingerir accidentalmente. Su apariencia similar a un dulce o masticable las hace especialmente peligrosas para los niños. Según el estudio, el riesgo de sufrir efectos médicos graves es un 150 % mayor con estas bolsitas que con otros productos de nicotina sin humo, y duplican la probabilidad de hospitalización pediátrica.
Aunque el 0.5 % de los estadounidenses usa estos productos, su consumo se ha duplicado entre adolescentes entre 2021 y 2024, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Actualmente, son el segundo producto de nicotina más utilizado entre los jóvenes, solo por detrás del vapeo.
Los efectos de ingerir nicotina en menores pueden incluir vómitos, náuseas, temblores e incluso consecuencias graves con solo 1 o 2 miligramos, menos de lo que contiene una bolsita común. De los casos analizados, más de 1,600 niños sufrieron consecuencias médicas graves, y dos fallecieron tras ingerir nicotina líquida.
La Dra. Rine advierte a los padres que no usen estos productos frente a sus hijos y que los mantengan fuera de su alcance. También recomienda alertar a niñeras y familiares sobre los riesgos. En caso de sospecha de ingestión, los expertos instan a llamar al Centro de Control de Envenenamiento al 1-800-222-1222, donde personal capacitado puede ofrecer orientación inmediata.
El estudio pone en evidencia la necesidad de más regulaciones, campañas de prevención y mayor conciencia pública sobre los riesgos de los productos de nicotina en hogares con niños pequeños.