Fallece Dan Rivera, custodio de la muñeca Annabelle, en misteriosas circunstancias durante una gira en EE.UU.

Gettysburg, Pennsylvania – El mundo del misterio y lo paranormal se encuentra de luto tras conocerse la repentina muerte de Dan Rivera, investigador psíquico y custodio actual de la célebre muñeca Annabelle, popularizada por la saga cinematográfica El Conjuro. Rivera, de 54 años, fue hallado sin vida el pasado domingo en la habitación de un hotel en Gettysburg, donde se encontraba participando en la gira “Devils on the Run Tour”, en la que se exhibían diversos objetos asociados a casos paranormales investigados por Ed y Lorraine Warren.

Según informaron medios locales, los servicios de emergencia acudieron al lugar tras recibir una llamada de auxilio, pero a pesar de los esfuerzos por reanimarlo, no lograron salvarle la vida. Rivera se encontraba solo al momento de su fallecimiento. Aunque una fuente de la oficina forense indicó que, en principio, no se trataría de una muerte sospechosa, los resultados oficiales de la autopsia podrían tardar varios meses en conocerse, lo que ha generado aún más especulación entre los seguidores del ocultismo y lo sobrenatural.

Rivera era el investigador principal de la Sociedad de Nueva Inglaterra para la Investigación Psíquica (NESPR), fundada por los Warren en 1952. También había trabajado en populares programas de televisión como Most Haunted Places y 28 Days Haunted de Netflix. En las semanas previas a su muerte, compartía contenido relacionado con sus investigaciones a través de TikTok, incluyendo materiales sobre Anabelle, una muñeca de porcelana del siglo XX que inspiró tres películas de terror.

El evento en Gettysburg, donde se encontraba Rivera antes de morir, reunió a cientos de fanáticos del fenómeno paranormal, agotando más de mil entradas durante los tres días de exhibición. La repentina muerte del influencer ha causado conmoción en la comunidad, sumando una capa más de misterio a la ya enigmática historia que rodea a la famosa muñeca.

Mientras tanto, sus seguidores y colegas lamentan profundamente su partida, recordándolo como un apasionado defensor de la investigación psíquica y un narrador incansable del mundo que existe “más allá del velo”.