San Francisco de Macorís. — Un hombre que fue captado en video agrediendo a su pareja en plena vía pública fue arrestado y trasladado esposado al Palacio de Justicia, donde protagonizó una escena escandalosa al llegar gritando como un niño, clamando por su madre.
El incidente ocurrió el pasado 19 de julio en esta ciudad y fue documentado por un testigo que grabó el momento exacto en que el agresor, identificado como Robert Vásquez Duarte, de 50 años, detuvo su motocicleta frente a un vehículo Honda Fit rojo y arremetió a golpes contra la conductora, Zuleica Teresa Azcona Núñez.
Según declaraciones de testigos recogidas por el medio local INFO056, el ataque habría sido motivado por un presunto arranque de celos por parte de Vásquez, quien ya fue detenido por las autoridades y enfrentará cargos por violencia de género.
Tras viralizarse el video en redes sociales, la rápida actuación de la Policía permitió la localización y arresto del agresor. No obstante, al momento de ser trasladado al cuartel policial, Vásquez Duarte llegó exaltado, llorando y gritando “¡mamá!”, delante de los presentes, lo que causó indignación entre testigos y agentes, que lo calificaron como una muestra de “cobardía después de la violencia”.
Violencia doméstica
La violencia doméstica continúa siendo uno de los problemas más alarmantes en la República Dominicana, afectando a miles de mujeres cada año. A pesar de los esfuerzos de las autoridades y las campañas de concienciación, los casos de agresiones físicas, psicológicas y sexuales dentro del hogar siguen en aumento. Muchas víctimas se enfrentan a barreras para denunciar, como el miedo, la dependencia económica o la falta de confianza en el sistema judicial.
Organismos como la Procuraduría General de la República han implementado unidades especializadas y líneas de atención para casos de violencia de género, pero los feminicidios y agresiones graves persisten. La educación, el acompañamiento institucional y un cambio profundo en la cultura machista siguen siendo claves para reducir esta problemática que enluta y marca a tantas familias dominicanas.