
La tragedia ocurre en medio de una grave crisis en el sistema de transporte aéreo del país
El ministro de Transporte de Rusia, Roman Starovoit, fue hallado muerto este lunes pocas horas después de haber sido destituido por el presidente Vladímir Putin. Según el Comité de Investigación ruso, el cuerpo de Starovoit fue encontrado dentro de un automóvil con una herida de bala, y la principal hipótesis que se maneja es la de un suicidio. Su salida del gobierno fue anunciada esa misma mañana en un decreto oficial del Kremlin, en el que se designó a Andrey Nikitin como ministro interino.
Aunque el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, negó que la destitución se debiera a una “falta de confianza”, no ofreció razones claras sobre el abrupto relevo. Starovoit había sido gobernador de la región de Kursk antes de asumir el cargo de ministro y, pese a haber dejado la gobernación antes de una ofensiva ucraniana, se le atribuían responsabilidades en fallas de seguridad regionales.
La tragedia personal del ministro se produce en medio de una crisis sin precedentes en el transporte aéreo ruso. Durante el pasado fin de semana y el lunes, más de 485 vuelos fueron cancelados, 88 desviados y casi 2.000 sufrieron retrasos. La Agencia Federal de Transporte Aéreo atribuyó el caos a “interferencias externas”, mientras que el Ministerio de Defensa señaló que más de 400 ataques con drones ucranianos fueron interceptados en ese mismo período.
La muerte de Starovoit añade un componente dramático a la ya tensa situación en Rusia, donde los ataques aéreos y el sabotaje de infraestructuras han afectado seriamente la movilidad y logística del país. Su fallecimiento, aún bajo investigación, deja interrogantes abiertos sobre las presiones internas del Kremlin y la responsabilidad política ante una infraestructura en crisis.