Ciudad de México – El reciente aumento del 135% en el costo de las visas para ingresar a Estados Unidos está causando preocupación y retrasos en los planes de viaje de muchos mexicanos. La llamada “gran y bella ley”, aprobada el pasado 4 de julio en el Congreso estadounidense bajo la administración de Donald Trump y respaldada por legisladores republicanos, impone un nuevo impuesto de $250 adicionales al costo habitual de las visas.

Este impuesto, denominado “impuesto de integridad” para las visas, elevará el precio del trámite de la visa de turismo y negocios (B1/B2), que hasta ahora costaba $185, a $435 a partir del 1 de octubre de 2025, cuando inicia el nuevo año fiscal en Estados Unidos. Además, quienes busquen visas de turista, estudiante o trabajador temporal también deberán pagar este monto extra.

Alejandro Godina, desde Ciudad de México, reporta que esta medida tomó por sorpresa a muchos mexicanos, ya que el aumento no solo afecta el trámite, sino que representa un fuerte golpe a los bolsillos de quienes buscan viajar al país vecino. Aunque el Capitolio justifica la medida como un intento para promover el comportamiento legal y desalentar prácticas como el empleo no autorizado o la estancia prolongada, para muchos viajeros este incremento representa una barrera económica significativa.

Los mexicanos, además de buscar mejores oportunidades, también dejan importantes divisas en Estados Unidos, por lo que varios especialistas llaman a los políticos estadounidenses a reconsiderar el impacto económico y social de esta medida.

De enero a mayo de este año, los viajes de mexicanos hacia Estados Unidos apenas aumentaron un 0.001%, reflejando ya las dificultades para viajar y la sensibilidad ante estos incrementos.

Entre los afectados están turistas, estudiantes y trabajadores temporales que ahora deberán evaluar sus opciones frente a este nuevo escenario de costos elevados para tramitar visas.

Por su parte, usuarios en redes sociales y expertos en movilidad internacional han expresado su preocupación por el impacto que este aumento tendrá en las familias mexicanas y en el intercambio cultural y económico entre ambos países, alertando que podría reducir el turismo y afectar negativamente las relaciones bilaterales a mediano plazo.