Budapest, Hungría – Fuertes lluvias acompañadas de tormentas eléctricas provocaron este lunes el colapso parcial del Aeropuerto Internacional Ferenc Liszt de Budapest, obligando a suspender temporalmente todas las operaciones aéreas. Las pistas quedaron inhabilitadas por la acumulación de agua, lodo y desechos, lo que afectó seriamente la llegada y salida de vuelos nacionales e internacionales.
La tormenta, considerada una de las más intensas del verano europeo, también causó filtraciones en la terminal 2A, donde el agua ingresó a las áreas de salida. Esta situación obligó a evacuar parte de las instalaciones y trasladar los servicios de registro de pasajeros a la terminal 2B. Aunque no se reportaron heridos, las autoridades catalogaron la situación como crítica.
Decenas de vuelos fueron cancelados o desviados a otros aeropuertos, incluyendo Bratislava y Viena. Algunos aviones que ya estaban en el aire tuvieron que mantenerse en espera o regresar a sus puntos de origen. Las aerolíneas pidieron paciencia a los pasajeros, quienes manifestaron su frustración ante la falta de información y las largas horas de espera.
Además del caos en el aeropuerto, el sistema ferroviario también sufrió interrupciones. Varias líneas que conectan la capital con regiones turísticas como el lago Balaton suspendieron servicios o activaron rutas alternas en autobús. Las vías principales de acceso al aeropuerto quedaron parcialmente anegadas, lo que dificultó aún más el traslado de los viajeros.
Las autoridades aeroportuarias informaron que lograron reabrir una de las pistas tras una intensa labor de limpieza, lo que permitió la reanudación parcial de vuelos en horas de la tarde. Sin embargo, advirtieron que se esperan nuevos retrasos mientras se evalúa el estado general de la infraestructura y persisten las amenazas meteorológicas.
El gobierno húngaro ha solicitado a los ciudadanos mantenerse informados a través de canales oficiales y evitar desplazamientos innecesarios. La Dirección Nacional de Gestión de Desastres no descarta nuevas precipitaciones en las próximas 48 horas, lo que podría agravar aún más los efectos de este fenómeno climático extremo.