El Paso, Texas. — La muerte de Xavier Guadalupe Hernández, un hombre hispano de 30 años, tras ser inmovilizado con un táser por agentes del Departamento de Policía de El Paso (EPPD), ha desatado una oleada de indignación y llamado a la transparencia en el manejo del caso. El incidente ocurrió la mañana del domingo 13 de julio en la autopista I-10, cerca de Yarbrough Drive.
Según el informe preliminar de las autoridades, los agentes respondieron a un llamado de emergencia tras ser alertados de que un peatón estaba intentando cruzar peligrosamente la autopista, representando un riesgo vial. Al llegar al lugar, los oficiales encontraron a Hernández, quien supuestamente se mostró agresivo y desobedeció las instrucciones de los uniformados.
Una primera descarga eléctrica con el dispositivo de inmovilización tipo “táser” no logró reducirlo, y fue necesaria la intervención de un oficial fuera de servicio y de un civil para controlarlo. Fue en ese momento que Hernández perdió el conocimiento. Pese a los intentos de reanimación por parte de los agentes, falleció poco después de ser trasladado al Centro Médico Del Sol.
“La Policía de El Paso entiende que esta situación es profundamente perturbadora para muchos en nuestra comunidad, y estamos comprometidos con una revisión completa y transparente del incidente”, indicó la institución en un comunicado sin firmar.
Sin embargo, la familia del fallecido no ha tardado en exigir respuestas. Fueron ellos quienes, antes que la propia policía, confirmaron el deceso públicamente a través de redes sociales, denunciando que las circunstancias del caso son confusas y demandando una investigación independiente que determine si hubo uso excesivo de la fuerza.
La tensión aumentó tras la divulgación de un video grabado por un testigo con su teléfono celular, en el que se observa parte del enfrentamiento entre Hernández y los oficiales. El contenido circula ampliamente en redes sociales, avivando el clamor por justicia y encendiendo el debate sobre el uso de armas de inmovilización en intervenciones policiales.
Hasta el momento, no se ha revelado oficialmente la causa de muerte. Autoridades locales y estatales han abierto una investigación para esclarecer los hechos.
El caso se suma a una serie de incidentes en los que se cuestiona el uso de la fuerza por parte de cuerpos policiales en Estados Unidos, particularmente en comunidades hispanas y afroamericanas.