Una tragedia sacudió la comunidad de Matagorda la tarde del martes, cuando un hombre ultimó a su expareja, hirió a la madre de esta y luego se quitó la vida, frente a su propia hija.
La víctima fue identificada como Roselis Fortunato, de 24 años, quien trabajaba como operadora del Metro de Santo Domingo. Su agresor, Hansel Solís, de 40 años, la atacó a tiros tras una discusión en la residencia materna de la joven.
Según narró la madre de Roselis, quien también resultó herida en un brazo durante el ataque, Solís irrumpió en la vivienda con violencia luego de que Fortunato se negara a retomar una relación que había terminado hacía más de un mes. “Quiso vivir con ella obligado, como si fuera un objeto que él compró”, expresó entre llantos la progenitora, quien aún se recupera del impacto emocional y físico.
De acuerdo con familiares, Roselis sufría maltratos constantes y mantenía económicamente a su agresor, quien no tenía empleo. Tras disparar contra su expareja y herir a la suegra, Solís se suicidó en el lugar de los hechos, ante la mirada de su hija menor de edad, que presenció toda la escena. El crimen ha generado una profunda consternación entre vecinos y allegados.
Los cuerpos de ambos fueron trasladados al Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF), en el cementerio Cristo Redentor. Mientras, la comunidad exige justicia simbólica y mayor atención a los casos de violencia de género, ante lo que consideran una tragedia evitable.