Santo Domingo Este, 30 de julio de 2025 — Un hombre, aún no identificado, fingió ser repartidor para ingresar al residencial Carla X, ubicado en Alma Rosa II, con la intención de cometer un robo. Sin embargo, su plan no resultó como esperaba, ya que lo único que logró llevarse fue una bicicleta infantil.

El hecho fue captado por cámaras de seguridad del lugar, donde se observa al sujeto huyendo del residencial montado en la bicicleta, lo que ha generado sorpresa, indignación y preocupación entre los residentes. Vecinos de la comunidad exigen a las autoridades reforzar la seguridad en la zona para prevenir nuevos incidentes y proteger a las familias que allí residen.

Los residentes del residencial Carla X manifestaron su alarma ante la facilidad con que el desconocido logró acceder a la comunidad, aprovechando la confianza que genera la figura de un repartidor. Muchos señalaron que esta modalidad de delincuencia representa un riesgo mayor, ya que personas con malas intenciones pueden infiltrarse disfrazados para cometer delitos.

Por su parte, la Policía Nacional informó que ha iniciado las investigaciones para identificar y detener al responsable del robo. Además, se comprometieron a aumentar la vigilancia en el sector, especialmente en horas críticas, con patrullajes y presencia constante para brindar mayor seguridad a los habitantes.

Las autoridades también llamaron a los residentes a mantenerse alerta y reportar cualquier actividad sospechosa de inmediato, como parte de una estrategia conjunta para prevenir la delincuencia. Mientras tanto, los vecinos continúan preocupados por la vulnerabilidad de sus hogares y esperan que se implementen medidas efectivas cuanto antes.

Además, varios vecinos han propuesto la instalación de sistemas de vigilancia adicionales y el fortalecimiento de los controles de acceso al residencial para evitar que personas no autorizadas ingresen con facilidad. Consideran que la colaboración entre la comunidad y las autoridades es fundamental para mejorar la seguridad.

Mientras tanto, el caso ha servido como alerta para otros sectores de Santo Domingo Este, donde residentes también están reforzando sus medidas de protección y piden mayor presencia policial para garantizar la tranquilidad en sus barrios. La prevención y la vigilancia comunitaria se vuelven claves en la lucha contra la delincuencia local.