El gobierno de Haití anunció el envío de 150 soldados a México como parte de un programa de entrenamiento militar, en un esfuerzo por reforzar la lucha contra las pandillas que han tomado el control de gran parte de la capital, Puerto Príncipe. Esta medida forma parte de un acuerdo bilateral que contempla el adiestramiento de un total de 700 militares haitianos en territorio mexicano.

La iniciativa busca fortalecer las capacidades operativas de las fuerzas de seguridad haitianas ante el colapso institucional provocado por la violencia de las bandas armadas. Las autoridades haitianas esperan que esta formación permita recuperar el orden en zonas dominadas por la criminalidad.

Además, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, confirmó que su país también participará en el proceso, entrenando a otros 1,000 militares haitianos. Estas colaboraciones regionales forman parte de un plan internacional de apoyo a la estabilización de Haití, que atraviesa una profunda crisis política, humanitaria y de seguridad.

El envío de tropas para capacitación responde a la urgente necesidad de reconstruir una fuerza pública funcional en Haití, país que ha visto cómo sus instituciones de seguridad han sido debilitadas por años de crisis, corrupción y falta de recursos. Con la capital bajo el asedio de pandillas fuertemente armadas, la comunidad internacional ha redoblado esfuerzos para evitar un colapso total del orden social.

México, a través de su Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), brindará entrenamiento especializado en tácticas de control territorial, combate urbano y operaciones de pacificación. El objetivo es que los soldados haitianos regresen con habilidades concretas para enfrentar directamente a las bandas criminales que mantienen secuestradas zonas enteras de Puerto Príncipe y sus alrededores.

Colombia, por su parte, se sumará al plan con un componente formativo centrado en disciplina militar, derechos humanos y operaciones conjuntas, para garantizar que la nueva fuerza haitiana no solo sea efectiva, sino también respetuosa de la población civil. Ambos países subrayan que estas acciones son parte de un esfuerzo mayor por apoyar la recuperación de la gobernabilidad y la seguridad en Haití, en paralelo con otras misiones de asistencia internacional.