Faltando solo un día para cerrar el periodo legislativo, los legisladores aprobaron en primera lectura la modificación del Código de Trabajo con 125 votos a favor y ninguno en contra. La pieza, declarada de emergencia, pasará a discusión para posibles ajustes en una comisión designada.
Sin embargo, el sector empresarial, representado por el CONEP y Copardón, emitió un comunicado rechazando la aprobación del nuevo Código de Trabajo. Aunque muestran disposición para continuar el diálogo, manifestaron preocupación por los cambios propuestos que podrían afectar la dinámica laboral en el país.
Los diputados tienen hasta este viernes para revisar y aprobar la segunda lectura del proyecto, que una vez aprobado, solo quedaría pendiente de la promulgación por parte del Poder Ejecutivo para convertirse en ley. Mientras tanto, el debate sigue abierto entre el sector público y privado.
El CONEP y Copardón advirtieron que varios artículos del nuevo Código podrían impactar negativamente la inversión y la generación de empleos, al imponer regulaciones que consideran excesivas para el sector empresarial. Por ello, insisten en que se realicen ajustes que equilibren la protección laboral con la competitividad del país.
Por su parte, algunos diputados, como Elías Wesin Chávez y Charles Mariotti, propusieron modificaciones específicas, incluyendo la eliminación de la referencia a la “ascendencia nacional” en ciertos artículos, buscando que el Código refleje una legislación más inclusiva y adecuada a la realidad dominicana.
El proceso legislativo sigue en marcha y el sector empresarial mantiene su postura crítica pero abierta al diálogo, mientras que los legisladores trabajan contra reloj para finalizar la aprobación. El resultado final será clave para definir las relaciones laborales en el país en los próximos años.
Analistas advierten que la aprobación apresurada del Código podría generar tensiones entre empleadores y trabajadores, por lo que llaman a un diálogo más amplio y consensuado que garantice estabilidad laboral sin afectar la inversión ni el crecimiento económico del país.