Santiago.– Moradores del sector en la zona Sur de Santiago protestaron este jueves frente al cuartel policial Mari López, en rechazo a los presuntos abusos cometidos por agentes asignados a ese destacamento. Con pancartas, consignas y bloqueos intermitentes en la vía principal, los manifestantes denunciaron maltratos físicos, psicológicos y detenciones arbitrarias, especialmente contra jóvenes de la comunidad.

Ya estamos cansados de que nos traten como delincuentes. Aquí no hay respeto ni para los derechos humanos ni para los vecinos serios”, expresó uno de los manifestantes, quien pidió mantener el anonimato por temor a represalias.

La protesta, que se tornó tensa en algunos momentos, fue respondida con bombas lacrimógenas lanzadas por agentes policiales, según denunciaron los comunitarios. Aseguran que mientras esperan respuestas, el director del destacamento, coronel Jiménez Reynoso, ha intensificado la represión, en lugar de abrir un canal de diálogo.

En medio del clamor popular, los residentes hicieron un llamado directo al ministro de Interior y Policía, y al presidente Luis Abinader, a quienes acusan de permitir un ambiente de impunidad. “Presidente, esto parece una dictadura. Usted debe tomar cartas en el asunto. No es posible que el pueblo sea maltratado y nadie responda”, dijo otra manifestante.

Los comunitarios exigen la destitución inmediata del coronel Jiménez Reynoso, una investigación formal sobre los abusos denunciados y garantías de que no habrá represalias contra quienes han alzado la voz. De lo contrario, advirtieron que las protestas continuarán de forma indefinida.

Organizaciones comunitarias, juntas de vecinos y líderes barriales también se han unido al reclamo, señalando que los constantes atropellos por parte de los agentes del cuartel han sembrado el miedo en el sector. “Esto no es seguridad, es abuso de poder. Aquí vivimos con miedo de salir después de cierta hora porque cualquiera puede ser detenido sin razón”, denunció una representante comunitaria durante la protesta.

Además, indicaron que ya han depositado varias denuncias formales ante la Procuraduría de Derechos Humanos y ante la Defensoría del Pueblo, sin que hasta el momento se hayan producido respuestas concretas. “Nos sentimos desamparados por el sistema. Si las autoridades no actúan, la gente va a seguir en las calles reclamando lo que por derecho nos corresponde: respeto y justicia”, advirtieron.