Este tipo de advertencias cobra cada vez más relevancia, ya que los delincuentes aprovechan cualquier detalle para construir perfiles de potenciales víctimas. Una simple imagen con el nombre del niño, su edad, la escuela o el uniforme puede ser utilizada para generar confianza en intentos de engaño o suplantación de identidad. Incluso, algunas aplicaciones permiten hacer zoom en fotografías para extraer información del entorno sin que los padres se den cuenta.
El FBI también destacó que no se trata de dejar de compartir momentos importantes, sino de hacerlo de forma segura. Recomiendan utilizar fondos neutros, omitir datos identificables y, si es posible, enviar las fotos por mensajes privados en lugar de publicarlas. La prevención, recalcan, es la mejor herramienta para proteger a los menores en esta era digital.