El mundo del rock está de luto tras el fallecimiento de Ozzy Osbourne, legendario vocalista y pionero del heavy metal, quien murió a los 76 años luego de una larga batalla contra el Parkinson. Nacido en Birmingham, Reino Unido, Osbourne alcanzó fama mundial como líder de la banda Black Sabbath, fundada en 1968 y considerada la cuna del heavy metal. Su familia pidió respeto y privacidad en este momento difícil, mientras cientos de fanáticos se congregaron en el Paseo de la Fama de Hollywood para rendir homenaje al “Príncipe de las Tinieblas”, dejando flores y recordando su legado musical y carismático que marcó varias generaciones.

Ozzy Osbourne enfrentó numerosos retos de salud en los últimos años, incluyendo una cirugía en la espina dorsal en 2019 que complicó su estado y limitó sus presentaciones públicas. A pesar de estas dificultades, continuó siendo una figura emblemática del rock, realizando su concierto de despedida en julio pasado en el Reino Unido, donde apareció en silla de ruedas acompañado por sus antiguos compañeros de banda, en un emotivo evento que celebró tanto su vida como su carrera.

Más allá de su influencia musical, Ozzy se ganó el cariño del público por su personalidad auténtica y su sentido del humor, que lo convirtieron en un ícono cultural más allá del heavy metal. Su legado se mantiene vivo en la música, inspirando a nuevas generaciones de artistas y fanáticos que lo recuerdan no solo por sus éxitos, sino por su capacidad de reinventarse y mantenerse relevante durante décadas.

Mientras tanto, en Hollywood y en distintos lugares del mundo, fanáticos y colegas del rock continúan rindiendo homenaje a Osbourne, mostrando su respeto y admiración por un artista que cambió para siempre la historia del rock. Su partida deja un vacío profundo, pero también un legado inmortal que seguirá resonando en la música y en el corazón de quienes lo admiraron.