Con el corazón lleno de pesar y un profundo respeto por el dolor ajeno, Euri Cabral dedicó unas emotivas palabras a la tragedia que ha estremecido a la familia Pumarol Fernández, y por extensión, a toda la sociedad dominicana. Durante su intervención, expresó su total solidaridad con quienes atraviesan este momento desgarrador, recordándonos que en medio de la oscuridad, es la sabiduría y fortaleza de Dios la que sostiene.

Cabral compartió el comunicado oficial emitido por la familia Pumarol Fernández, quienes lamentaron profundamente los hechos y expresaron su consternación, en especial hacia los parientes del señor Ivón Handal. En el documento, la familia reconoció la condición psiquiátrica de su allegado, bajo tratamiento durante más de una década, y pidieron comprensión ante una tragedia que los ha golpeado desde múltiples dimensiones humanas y emocionales.

En sus palabras, Euri elevó una súplica al cielo: “Le pedimos a Dios que nos llene de fortaleza en estos momentos tan difíciles para nuestra comunidad”. Su llamado no fue solo de consuelo, sino también de reflexión, al recordar que muchas familias viven circunstancias similares, cargando con el peso del cuidado y la incertidumbre.

La tragedia que aún envuelve a muchos en silencio, confusión y duelo exige, más allá del juicio público, una mirada compasiva y cristiana. Como dijo Cabral, “Que Dios les dé consuelo y fortaleza a ellos en este momento”. Hoy más que nunca, nos toca acompañar con oración, respeto y amor a todos los que sufren.

En tiempos como estos, cuando la razón no alcanza para explicar el dolor, es la fe la que sostiene. La tragedia que enluta a la familia Pumarol Fernández nos recuerda la fragilidad de la vida y la necesidad urgente de fortalecer el amor, la empatía y el acompañamiento a quienes enfrentan condiciones de salud mental. Que este momento nos inspire a ser más humanos, a no juzgar sin conocer y a pedir a Dios, como enseña la Palabra, la sabiduría y el entendimiento necesarios para ser luz en medio de la aflicción.