El hecho ocurrió la semana pasada en una torre residencial del Distrito Nacional y quedó captado por cámaras de seguridad, donde se observa a Michael Williams arrojando al can desde una gran altura. El animal murió de inmediato producto del impacto. La Procuraduría Especializada para la Protección del Medio Ambiente y los Recursos Naturales asumió el caso, calificándolo como un acto de crueldad inaceptable.

Organizaciones defensoras de animales y ciudadanos se concentraron en las afueras del Palacio de Justicia en señal de protesta, exigiendo una sanción ejemplar. “No puede ser que una vida se valore tan poco. Pedimos cárcel, no una simple multa”, expresó una activista con lágrimas en los ojos. La Fundación Mi Mejor Amigo y otras entidades también anunciaron que seguirán el caso de cerca hasta lograr justicia plena.

En paralelo, continúa creciendo el descontento ciudadano con las altas tarifas eléctricas. Usuarios en distintos puntos del país reportan facturas elevadas pese a los prolongados apagones. Analistas consideran que la gestión del CUED y del Ministerio de Energía y Minas ha sido deficiente, lo que profundiza el malestar social. Mientras, el gobierno aún no presenta una solución clara a las deficiencias del servicio eléctrico.