Un grupo de inmigrantes detenidos en la cárcel improvisada conocida como ‘Alligator Alcatraz’, ubicada en medio de los Everglades en Florida, ha alzado la voz para denunciar las duras condiciones de reclusión a las que son sometidos. Entre ellos, un inmigrante cubano, cuya pareja asegura que no tiene antecedentes penales, relata la difícil situación que enfrentan dentro de este centro.

Los detenidos describen el lugar como un espacio inadecuado para el encierro, expuesto a las inclemencias del clima y con insuficiente acceso a servicios básicos. “Estamos sudando la gota gorda”, expresó uno de los reclusos, reflejando el calor extremo y la incomodidad que sufren a diario.

La cárcel improvisada fue habilitada para alojar a un creciente número de inmigrantes mientras esperan procesos migratorios. Sin embargo, las condiciones han generado críticas por parte de defensores de derechos humanos, quienes califican el lugar como peligroso y degradante.

La pareja del cubano detenido insiste en que su familiar no representa un riesgo ni tiene antecedentes penales, y clama por un trato justo y humano. Esta denuncia pone en el centro del debate la necesidad de reformar los centros de detención migratoria para garantizar derechos básicos.

Autoridades migratorias aún no se han pronunciado oficialmente sobre las denuncias, mientras crece la preocupación por la situación de miles de inmigrantes en instalaciones similares en el país.

La historia de este cubano y otros detenidos en ‘Alligator Alcatraz’ visibiliza la crisis humanitaria que enfrentan muchos migrantes en Estados Unidos, y plantea un llamado urgente para mejorar las condiciones y procedimientos en los centros de detención.