La Dirección General de Migración reveló que algunos migrantes indocumentados han sido deportados hasta cinco veces desde el Centro de Procesamiento Migratorio de Haina, antiguo Vacacional. La institución ofreció detalles del proceso durante un recorrido en el que también presentó el plan de ampliación y modernización tecnológica del centro.
En el recorrido, se explicó que los extranjeros detenidos son llevados inicialmente a un pabellón colectivo donde se les realiza el conteo, verificación médica y recolección de datos biométricos, incluyendo huellas dactilares y reconocimiento facial. Las autoridades han detectado que muchos reinciden con identidades distintas, lo que ha llevado a una exigencia más rigurosa de documentación.
Los migrantes enfrentan dos opciones tras la depuración: esperar en pabellones cerrados con colchonetas para ser deportados en un plazo de 24 horas, o demostrar su estatus legal, lo que implica una detención más prolongada en áreas separadas por sexo y bajo seguridad reforzada. Casos especiales, como menores y mujeres embarazadas, reciben un tratamiento diferenciado y más cuidadoso.
Los fines de semana, especialmente los domingos, el número de detenidos aumenta significativamente, llegando hasta 700 personas, ya que no se realizan deportaciones los sábados. Durante la semana, el flujo diario ronda entre 350 y 400 migrantes.
Además, Migración anunció que trabaja en protocolos de salud mental, tras el fallecimiento de un ciudadano estadounidense en el centro. También se incorporarán 465 agentes en agosto y se ampliarán las operaciones de interdicción en 19 provincias del país.
Desde octubre de 2024, la Dirección de Migración ha deportado a más de 300,000 migrantes indocumentados como parte de sus operativos intensificados. Mientras tanto, continúan los trabajos de ampliación del centro, donde también se observan signos del alto volumen de detenciones: motocicletas, bultos y vehículos abandonados dentro del recinto.
Autoridades aseguraron que uno de los principales retos es combatir el uso de identidades falsas por parte de los reincidentes, lo que retrasa el proceso de deportación y genera una carga adicional para el sistema.
Con la modernización y digitalización del centro, se espera optimizar la verificación de datos, reducir los tiempos de estadía y reforzar los mecanismos de control migratorio en todo el país.