Un tribunal federal de apelaciones ha rechazado el intento del presidente Donald Trump de eliminar la ciudadanía automática por nacimiento en Estados Unidos. La decisión representa un revés importante para su política migratoria y reafirma el principio consagrado en la 14.ª Enmienda de la Constitución estadounidense.
La orden ejecutiva firmada por Trump en enero de 2025 buscaba negar la ciudadanía a hijos de inmigrantes indocumentados o con visas temporales nacidos en territorio estadounidense. Sin embargo, el fallo del Noveno Circuito de Apelaciones determinó que dicha medida era “claramente inconstitucional”, al contradecir la garantía de ciudadanía por nacimiento establecida en la Carta Magna.
El fallo fue emitido con una votación de 2 a 1. Los jueces de la mayoría, ambos designados por el expresidente Bill Clinton, argumentaron que solo una medida judicial a nivel nacional puede proteger de manera adecuada a los estados demandantes Washington, Arizona, Oregon e Illinois de los efectos de la orden. El juez disidente, nombrado por el propio Trump, consideró que los estados no tenían legitimidad para demandar, aunque no opinó sobre el fondo constitucional del caso.
Este dictamen mantiene bloqueada la orden ejecutiva de Trump en todo el país y representa una victoria para los defensores de los derechos de los inmigrantes. Además, se suma a una cadena de reveses legales que ha enfrentado el expresidente en su intento por cambiar las normas constitucionales mediante acciones ejecutivas.
El equipo legal de Trump aún puede optar por solicitar una revisión del caso ante un panel ampliado del Noveno Circuito o apelar directamente ante la Corte Suprema de los Estados Unidos. Sin embargo, analistas legales coinciden en que revertir el fallo requerirá superar obstáculos constitucionales muy sólidos.
Con esta decisión, la ciudadanía por nacimiento continúa garantizada para todos los nacidos en suelo estadounidense, sin importar el estatus migratorio de sus padres. El caso seguirá siendo un tema clave en el debate político rumbo a las elecciones presidenciales, donde la inmigración vuelve a ocupar un lugar central en la agenda pública.