Faltan apenas tres días para que venza el plazo establecido por Estados Unidos para cerrar acuerdos con sus principales socios comerciales sobre la aplicación de nuevos aranceles, y Canadá ha dejado claro su firme posición.
El primer ministro canadiense, Mark Carney, afirmó con contundencia que su país no firmará ningún pacto que no sea justo y beneficioso para los intereses de Canadá. Aunque reconoció ciertos puntos en común con tratados recientes firmados por Estados Unidos con la Unión Europea y Japón, subrayó que cada negociación tiene su propio contexto y características, y que Canadá está dispuesto a defender las suyas.
Carney aseguró que aún existe margen para un entendimiento con Washington, pero solo si se respetan condiciones equitativas y justas para ambas partes.
En cuanto a la negociación arancelaria, el mandatario destacó la importancia de proteger sectores clave de la economía canadiense, que podrían verse afectados negativamente por medidas unilaterales o desequilibradas. Insistió en que cualquier acuerdo debe garantizar la estabilidad comercial y la protección de empleos en Canadá.
Además de referirse al comercio, el primer ministro canadiense expresó su preocupación por la crisis humanitaria en Gaza. Denunció que más de 300 millones de dólares en ayuda canadiense están bloqueados y no han llegado a quienes más lo necesitan. Por ello, pidió con urgencia abrir los canales de asistencia y garantizó que su gobierno presionará para aliviar el sufrimiento de la población en condiciones deplorables.
Carney enfatizó que esta situación no se trata de geopolítica, sino de salvar vidas mediante acciones inmediatas.
Finalmente, destacó que el compromiso de Canadá es mantener una postura firme en defensa de sus valores y principios internacionales, buscando siempre la cooperación y el respeto mutuo en todas sus relaciones diplomáticas y comerciales.
Carney también hizo un llamado a otros países y organizaciones internacionales para que se sumen a los esfuerzos humanitarios en Gaza, resaltando que solo con una respuesta global coordinada se podrá atender efectivamente la crisis. Subrayó la necesidad de que las potencias mundiales trabajen juntas para encontrar soluciones duraderas que eviten futuras tragedias.
Por último, reiteró que Canadá seguirá siendo un aliado responsable y firme en la defensa de sus intereses económicos y en la promoción de la paz y la ayuda humanitaria, sin ceder ante presiones que puedan comprometer la soberanía o el bienestar de su pueblo.