Un avión con 49 personas a bordo, entre ellas cinco niños y seis tripulantes, se estrelló en el extremo oriental de Rusia, y se cree que no hay sobrevivientes. El Ministerio de Emergencias ruso informó que encontraron el fuselaje del avión AN-24 en llamas, aunque no ofrecieron más detalles. El vuelo desapareció de los radares y perdió contacto con el control poco antes del accidente. Las autoridades continúan investigando las causas del siniestro.
El avión, que realizaba un vuelo regional, había despegado sin mayores inconvenientes y llevaba pasajeros con destino a una ciudad cercana. Sin embargo, pocos minutos antes de llegar, el contacto con la aeronave se perdió, lo que generó una inmediata alerta en los centros de rescate.
Equipos de emergencia fueron enviados rápidamente a la zona del accidente, que se encuentra en una región de difícil acceso debido a las condiciones geográficas y climáticas. Los rescatistas confirmaron el hallazgo del fuselaje y no encontraron indicios de sobrevivientes, aunque las operaciones de búsqueda y recuperación continúan.
Las autoridades rusas han anunciado que abrirán una investigación oficial para determinar las causas del accidente. Entre las hipótesis preliminares se barajan posibles fallas técnicas o condiciones climáticas adversas, pero hasta ahora no se ha descartado ninguna posibilidad.
Familiares y allegados de los pasajeros afectados han sido informados y están recibiendo apoyo psicológico y logístico. La tragedia ha generado conmoción en la región y un profundo pesar a nivel nacional.