Teherán, Irán – Al menos cinco personas perdieron la vida y varias resultaron heridas este domingo tras un ataque armado perpetrado contra el edificio del Centro de Justicia en la ciudad de Saedán, en el sureste del país, informaron medios locales.

Según reportes preliminares, un grupo de hombres armados abrió fuego contra las instalaciones judiciales, desatando el pánico entre los empleados y usuarios del recinto. Las autoridades activaron de inmediato un amplio operativo de seguridad y evacuaron a todo el personal del edificio.

Aunque hasta el momento ningún grupo ha reivindicado la autoría del ataque, fuentes de seguridad no descartan la participación de células extremistas activas en la región, conocida por su inestabilidad. El gobierno iraní ha prometido una respuesta contundente y ya inició una investigación para identificar a los responsables.

Testigos presenciales relataron que el tiroteo se produjo de forma sorpresiva durante las primeras horas de la mañana, generando una estampida dentro del recinto. “Escuchamos varios disparos seguidos y la gente comenzó a correr en todas direcciones”, contó un empleado del centro judicial a medios iraníes.

Las fuerzas de seguridad cercaron rápidamente la zona y desplegaron unidades especiales para rastrear a los atacantes, algunos de los cuales habrían logrado escapar. Hasta el momento no se ha confirmado si entre los muertos figuran civiles, funcionarios judiciales o los propios agresores.

Este atentado ocurre en un contexto de creciente tensión en la provincia de Sistán y Baluchistán, donde han operado en el pasado grupos insurgentes y extremistas que reclaman autonomía o se oponen al gobierno central. Las autoridades temen que el ataque forme parte de una escalada violenta y han reforzado la vigilancia en edificios públicos de la región.

El presidente Ebrahim Raisi fue informado del ataque y ordenó una investigación exhaustiva, así como el despliegue de más tropas en la zona para garantizar la seguridad de los ciudadanos. En un comunicado oficial, el gobierno condenó el atentado calificándolo de “cobarde y criminal”, y aseguró que los autores serán capturados y llevados ante la justicia.