Residentes de los sectores Mil Flores y Matrisa, en el barrio Los Tres Brazos de Santo Domingo Este, denunciaron la contaminación del agua potable debido a un presunto derrame de combustible que ha afectado varios pozos construidos por la comunidad ante la escasez del servicio. El fuerte olor a gasolina se percibe desde que se abren los grifos, generando preocupación por la salud y seguridad de las familias.

Según testimonios, el problema se origina en una estación de combustible cercana, cuyos residuos estarían filtrándose al subsuelo y mezclándose con el agua extraída de bombas sumergibles. Algunos habitantes aseguran haber sufrido afecciones en la piel tras bañarse sin saber que el agua estaba contaminada. “Mi cuerpo ha sufrido consecuencias porque me bañé con agua que tenía gasolina sin saberlo”, relató una vecina afectada.

Desde septiembre del año pasado se tenían sospechas, pero no fue hasta recientes análisis y observaciones que se confirmó la presencia de combustible en el agua. Especialistas advierten que el plomo presente en los derivados del petróleo representa un serio riesgo para la salud, especialmente por su impacto en el sistema digestivo.

A pesar de haber acudido a las autoridades competentes en busca de soluciones, los residentes aseguran que no han recibido respuesta. Hacen un llamado urgente al gobierno y a las instituciones de salud y medio ambiente para que intervengan y frenen esta amenaza antes de que la situación empeore.

La preocupación crece entre los moradores, quienes temen que la contaminación alcance niveles incontrolables si no se toman medidas inmediatas. Advierten que muchos niños y adultos mayores están expuestos diariamente a los efectos tóxicos del agua, lo que podría provocar enfermedades graves a largo plazo. “Aquí hay niños con sarpullidos y personas mayores que ya sienten mareos y náuseas constantes”, expresó un comunitario.

Además, líderes comunitarios han solicitado la intervención directa del Ministerio de Salud Pública, el Ministerio de Medio Ambiente y la CAASD, exigiendo análisis formales del agua y un plan urgente de saneamiento. También pidieron sanciones contra los responsables del derrame, alegando que no se puede permitir que una negligencia ponga en peligro la vida de toda una comunidad.