El presidente Luis Abinader ha emitido una firme advertencia a los miembros de su partido, el Partido Revolucionario Moderno (PRM), que aspiran a la candidatura presidencial para las elecciones de 2028. En un mensaje publicado en su cuenta de X (anteriormente Twitter), Abinader expresó: “Soy un presidente tolerante y democrático, pero todo tiene un límite. Continuaremos gobernando para el pueblo y por eso les digo a todos los precandidatos y sus coordinadores: no se permiten actos de proselitismo a funcionarios. Si quieren hacer campaña, deben dejar sus cargos”.
Esta declaración se produce en un contexto donde varios altos funcionarios del gobierno, como el ministro de Turismo David Collado, la vicepresidenta Raquel Peña y el director general de Aduanas, Eduardo “Yayo” Sanz Lovatón, han expresado públicamente sus aspiraciones presidenciales. Estos funcionarios han utilizado el lema “The Next” en sus redes sociales, sugiriendo su intención de competir por la nominación presidencial del PRM.
La advertencia de Abinader busca establecer una clara separación entre las funciones gubernamentales y las actividades políticas personales, asegurando que los recursos y el tiempo del Estado no sean utilizados para fines proselitistas. Esta postura refleja su compromiso con la transparencia y la ética en la administración pública, en un momento en que se perciben movimientos internos dentro del PRM con miras a las próximas elecciones presidenciales.
La reacción de los aspirantes presidenciales ha sido de apoyo a la declaración del presidente, reiterando su compromiso con la gestión pública y distanciándose de cualquier actividad política prematura. Este alineamiento sugiere una voluntad de acatar las directrices del presidente y mantener la cohesión dentro del partido en este período interelectoral.
Además, Abinader dejó claro que su enfoque sigue siendo gobernar para el bienestar de la población y evitar distracciones internas que puedan debilitar el trabajo de su administración. Con esta postura, busca fortalecer la institucionalidad y evitar que la competencia política genere conflictos o divisiones prematuras dentro del PRM, asegurando así un proceso electoral más ordenado y transparente hacia 2028.
