Washington, D.C. — El uso del medicamento para la pérdida de peso Wegovy entre adolescentes estadounidenses con obesidad aumentó un 50% durante el último año, según un análisis reciente de la firma de datos Turbeta. La tendencia refleja un cambio significativo en el tratamiento de la obesidad infantil, impulsado por la aceptación médica y familiar del fármaco en pacientes jóvenes.

El estudio, que examinó historiales médicos electrónicos de 1.3 millones de adolescentes entre 12 y 17 años en 30 estados, reveló que actualmente se emiten cerca de 15 recetas por cada 100,000 adolescentes. Este aumento se atribuye a una combinación de factores, incluyendo una mayor aprobación médica, la presión social y la búsqueda de soluciones más eficaces frente a un problema de salud pública que ha ido en ascenso en las últimas décadas.

Wegovy, cuyo principio activo es semaglutida, fue inicialmente aprobado para adultos, pero su uso en adolescentes ha ido ganando terreno luego de que estudios clínicos mostraran resultados positivos en la pérdida de peso sostenida en este grupo etario. A pesar de ello, algunos expertos advierten sobre los posibles efectos secundarios y la necesidad de supervisión médica continua.

La creciente demanda también plantea desafíos en el acceso equitativo al medicamento, debido a su alto costo y a las restricciones de cobertura por parte de algunos seguros médicos. Mientras tanto, profesionales de la salud piden abordar el problema con un enfoque integral que incluya cambios en la dieta, actividad física y apoyo emocional.

El aumento en el uso de Wegovy entre adolescentes refleja también una transformación en la forma en que se percibe y trata la obesidad juvenil. Durante años, el enfoque se centró exclusivamente en la modificación del estilo de vida, pero ahora muchos médicos consideran que el uso de medicamentos puede ser una herramienta valiosa, especialmente en casos donde los cambios en la alimentación y el ejercicio no han sido suficientes. “Estamos viendo que algunos adolescentes mejoran significativamente su salud metabólica con la ayuda de estos tratamientos”, explicó la doctora Allison Grant, endocrinóloga pediátrica.

Sin embargo, esta tendencia no está exenta de críticas. Especialistas en salud pública y defensores de la infancia advierten que depender de medicamentos como Wegovy sin atender las causas estructurales de la obesidad —como el acceso limitado a alimentos saludables, la falta de espacios seguros para hacer ejercicio o la salud mental— podría generar soluciones a corto plazo, pero no sostenibles. También preocupa el riesgo de efectos secundarios, como náuseas, vómitos o problemas digestivos, y el impacto psicológico que puede tener en los jóvenes el uso prolongado de un tratamiento farmacológico para el peso.