Vicepresidente J. Vance asegura que EE.UU. combate programa nuclear iraní, no mantiene guerra con Irán.
Washington D. C. — En una operación militar sin precedentes, Estados Unidos destruyó este fin de semana tres plantas nucleares en Irán, en una acción que, según el vicepresidente J. D. Vance, “retrasó considerablemente el programa nuclear iraní” por años o incluso más.
Vance aclaró que el gobierno estadounidense “no está en guerra con Irán, sino con su programa nuclear”, y destacó que la ofensiva busca frenar las ambiciones nucleares del país persa.
El vicepresidente, en una entrevista televisiva, no proporcionó detalles específicos del ataque, pero afirmó que la decisión de llevar adelante la operación fue tomada por el expresidente Donald Trump, tras una evaluación de que Teherán no actuaba con buena fe en sus negociaciones anteriores.
Vance sostuvo que esta acción podría abrir una oportunidad para reiniciar conversaciones diplomáticas, señalando que “esto proporciona una oportunidad para reiniciar esta relación, reiniciar estas negociaciones”.
Vance expresó además que, si Irán decide no ser una amenaza para sus vecinos ni para Estados Unidos, Washington estaría dispuesto a escuchar y reconsiderar su postura. “Si están dispuestos a hacer eso, Estados Unidos está dispuesto a escuchar”, afirmó.
Por otra parte, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, advirtió a Irán que “cualquier represalia será respondida con un ataque mucho más poderoso”. Hegseth aseguró que la ofensiva de este fin de semana “devastó el programa nuclear iraní”, aunque aclaró que su objetivo no fue un cambio de régimen en Teherán.
Desde Washington, el expresidente Donald Trump ha reiterado su postura de hace más de una década, asegurando que “Irán no debe obtener un arma nuclear”.
“Gracias a mi liderazgo audaz y visionario y a nuestro compromiso con la paz a través de la fuerza, las ambiciones nucleares de Irán han sido destruidas antes de que puedan desarrollar un arma nuclear”, declaró Vance en una entrevista con ABC.
El Pentágono informó que la operación fue planificada durante meses y que, tras los primeros análisis, los sitios afectados sufrieron daños y destrucción severos. Aunque aún se evalúa el daño definitivo, las evaluaciones iniciales sugieren que las instalaciones nucleares están seriamente comprometidas.
Las reacciones internacionales no se hicieron esperar, y diversos actores políticos y diplomáticos llaman a la calma y a la búsqueda de una solución pacífica en medio de esta escalada de tensión. Sin embargo, la comunidad mundial observa con atención si esta acción militar marcará un cambio en la política de Irán y en las relaciones internacionales en la región.