Trinidad y Tobago lanza advertencia a Venezuela y sus barcos.

La primera ministra de Trinidad y Tobago, Kamla Persad-Bissessar, anunció que su Gobierno estudia autorizar el uso de fuerza letal por parte de la Guardia Costera contra embarcaciones no identificadas provenientes de Venezuela.

La medida se analiza como respuesta a las declaraciones del ministro del Interior venezolano, Diosdado Cabello, quien informó sobre la detención de un ciudadano trinitense acusado de participar en un supuesto plan “terrorista” contra el Gobierno de Nicolás Maduro.

“Buscaré asesoramiento para que la Guardia Costera use la fuerza letal contra cualquier barco no identificado que ingrese desde Venezuela”, expresó Persad-Bissessar, al calificar las afirmaciones de Cabello como una “amenaza” sin fundamentos ni evidencias presentadas.

Además, advirtió que su país no tolerará injerencias extranjeras que pongan en riesgo la soberanía ni la seguridad interna de la isla.

En medio del aumento de la tensión diplomática, la mandataria también comunicó que se revisará la política migratoria hacia los migrantes venezolanos, señalando un incremento en su implicación en actividades delictivas. “Aconsejo a los migrantes venezolanos que comiencen a regresar a su país”, dijo, tras advertir que no permitirá que Trinidad y Tobago “pague el precio de conflictos externos”.

Trinidad y Tobago, un archipiélago de apenas 1,4 millones de habitantes, ha recibido más de 60,000 venezolanos desde 2013 como consecuencia de la crisis económica en Venezuela. Sin embargo, en medio de un repunte de la violencia pandillera, con más de 600 homicidios en 2024, las autoridades señalan que parte de estos crímenes están ligados a ciudadanos extranjeros.

El país figura como el sexto más violento del mundo, según un informe reciente del Departamento de Estado de EE. UU.