Santo Domingo – La periodista Altagracia Salazar abordó la crisis migratoria en República Dominicana desde una óptica profundamente humana y autocrítica, titulando su intervención “El dolor de la migración en un país de migrantes”.
Salazar denunció la muerte de una mujer haitiana recién parida en El Seibo, quien falleció en su hogar por temor a ser arrestada si buscaba atención médica. En contraste, relató cómo dos dominicanos indocumentados fallecieron en hospitales públicos de Puerto Rico tras resultar heridos durante redadas migratorias, pero al menos recibieron asistencia médica, y su fallecimiento generó reacciones de alto nivel y muestras de apoyo del pueblo boricua.
“Son tragedias similares, pero la reacción social es abismalmente distinta”, apuntó Salazar. “Mientras aquí ni siquiera se publicó en muchos medios la historia de la mujer haitiana, allá en Puerto Rico ciudadanos llevaron comida y ayuda a los dominicanos que temen salir a la calle”.
La comunicadora lamentó la ausencia de protestas en el país frente a las políticas migratorias del gobierno de Luis Abinader, que según denunció, han coincidido con una desaceleración económica notable. “El 83% de los dominicanos aprueba las deportaciones masivas, pero nadie quiere ver que la economía está cayendo justo mientras se endurecen esas medidas. Algo va a tener que cambiar”, advirtió.
Salazar también destacó la hipocresía en torno a las críticas a los migrantes haitianos, recordando cómo los dominicanos replican sus costumbres sin reservas en países como Estados Unidos, Uruguay y hasta Finlandia. “Nos cuesta reconocer nuestras debilidades. Nos cuesta admitir que también hemos sido y seguimos siendo migrantes”, afirmó.
En su intervención, agradeció explícitamente al pueblo puertorriqueño por la solidaridad demostrada hacia los dominicanos, y llamó la atención sobre el comunicado emitido por la Compañía de Jesús en el país, que pidió regularizar a los migrantes haitianos y denunció los maltratos en las deportaciones.
“Gracias, boricuas, por hacer lo que nosotros no hemos sabido hacer con los más vulnerables”, cerró emocionada la periodista.