El comunicador Pedro Jiménez expresó que la pobreza no debe ser utilizada como justificación para la irresponsabilidad. Durante su participación en un programa de ZOL FM, Jiménez abordó temas relacionados con la gestión gubernamental y la situación social del país.

Jiménez enfatizó que, si bien la pobreza es una realidad que afecta a muchos ciudadanos, no debe ser vista como una excusa para acciones irresponsables, especialmente en el ámbito gubernamental. Criticó la falta de obras tangibles por parte del gobierno actual, señalando que “en este gobierno se roba, se critica y no hay una obra que puedan mostrar”.

Estas declaraciones han generado diversas reacciones en la opinión pública, abriendo un debate sobre la responsabilidad individual y colectiva en contextos de pobreza. Algunos sectores respaldan la postura de Jiménez, argumentando que la ética y la responsabilidad no deben estar condicionadas por la situación económica. Otros, sin embargo, consideran que es necesario tener en cuenta las limitaciones y desafíos que enfrentan las personas en condiciones de pobreza antes de emitir juicios sobre su comportamiento.

El pronunciamiento de Pedro Jiménez pone en el centro de la discusión la necesidad de políticas públicas que, además de combatir la pobreza, promuevan la responsabilidad y la ética en todos los niveles de la sociedad.

Además, Pedro Jiménez aprovechó su intervención para cuestionar a funcionarios y dirigentes que, según él, utilizan el discurso de la pobreza para justificar malas prácticas y la falta de resultados concretos en la gestión pública. “No es verdad que porque tú vienes de abajo tienes derecho a fallarle al pueblo, a robar o a justificar tu ineficiencia”, afirmó con tono enérgico, instando a una reflexión profunda sobre el verdadero compromiso con el servicio público.

El comunicador también hizo un llamado a los ciudadanos a no dejarse engañar por narrativas que apelan al sentimentalismo sin presentar soluciones reales. A su juicio, la dignidad y la responsabilidad deben estar presentes en todos los estratos sociales, y los líderes deben predicar con el ejemplo. “Hay que dejar el relajo y asumir el país con seriedad. La pobreza no es culpa, pero tampoco licencia para el desorden”, concluyó Jiménez.