Cabarete, Puerto Plata – Un trágico accidente ocurrido durante una presunta carrera clandestina de motocicletas cobró la vida del joven Georlye Vilorio, conocido como “Jerry”, la noche del miércoles en un tramo vial de la comunidad turística de Cabarete.

De acuerdo con los informes preliminares, el hecho ocurrió cuando un extranjero intentó cruzar la vía en medio de la competencia clandestina, provocando una colisión entre los participantes. El impacto dejó gravemente herido a Vilorio, quien falleció poco después y cuyo cuerpo permanece en la morgue del hospital de Montellano.

Las autoridades aún no han ofrecido detalles sobre el estado de salud del otro motociclista involucrado ni sobre posibles sanciones para los responsables de organizar la carrera ilegal. El caso se encuentra bajo investigación por parte de la Policía Nacional y el Ministerio Público.

Medidas contra las carreras clandestinas

La autoridad de tránsito informó que continuará con los operativos de fiscalización y control en las principales avenidas y puntos estratégicos donde se realizan estas competencias clandestinas. Además, recalcó que las motocicletas incautadas serán enviadas a la capital, donde permanecerán en los centros de retención hasta que se resuelva el proceso legal correspondiente. Se espera que estas medidas contribuyan a reducir las carreras ilegales y, de esta manera, disminuir los accidentes viales y la violencia en las calles.

Carrera clandestina

Las carreras clandestinas de motocicletas en la República Dominicana son competencias ilegales que se realizan principalmente en vías públicas, sin ningún tipo de regulación, seguridad o permiso oficial. Generalmente, ocurren de noche o en la madrugada, en sectores urbanos y rurales, atrayendo a jóvenes que buscan adrenalina, apuestas económicas o reconocimiento en sus comunidades.

Estas prácticas suelen involucrar motocicletas modificadas para alcanzar altas velocidades, lo que incrementa considerablemente el riesgo de accidentes fatales tanto para los participantes como para peatones y otros conductores.

Estas carreras representan un serio problema de seguridad vial y orden público. Han sido responsables de múltiples muertes y lesiones graves, además de congestionar los hospitales y causar temor en las comunidades donde se realizan. A pesar de los esfuerzos de la Policía Nacional y la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (DIGESETT) por erradicarlas, la falta de control y sanciones contundentes permite que continúen.

Muchos denuncian que incluso hay complicidad de autoridades locales que permiten estas actividades por presión social o económica.