Manuel Cruz “Yo entiendo que las Cumbres de las Américas se pueden hacer sin chacabanas”.
El comunicador Manuel Cruz desató una ola de reacciones al expresar su desacuerdo con la polémica generada en torno al uso de chacabanas como vestimenta oficial para la próxima Cumbre de las Américas, evento que será organizado por República Dominicana. “Yo entiendo que las Cumbres de las Américas se pueden hacer sin chacabanas”, sentenció Cruz durante su intervención habitual en un espacio radial.
Cruz defendió su postura aclarando que lo esencial no está en la vestimenta, sino en la oportunidad estratégica que representa para el país. “Esto no es un desfile de moda, es la plataforma más importante para la proyección del poder blando de los países del continente”, señaló. Según explicó, desde que fue impulsada por el expresidente estadounidense Bill Clinton en 1994, la Cumbre de las Américas ha sido un escenario vital para concertaciones diplomáticas, alianzas estratégicas y acciones concretas en materia de desarrollo regional, gobernabilidad y derechos humanos.
El comunicador argumentó que centrarse en detalles como las chacabanas desvía la atención del verdadero objetivo de este tipo de encuentros: elevar la presencia internacional del país y colocar temas neurálgicos —como la situación haitiana— en la agenda regional.
“Estamos hablando de un evento donde no solo participan presidentes, sino también organismos multilaterales, empresarios, académicos y sociedad civil. Es el momento de mostrar al mundo lo que somos capaces de hacer, no de quedarnos en la discusión superficial de una prenda”, sostuvo.
Cruz aprovechó la ocasión para exhortar al Ministerio de Relaciones Exteriores a defender con altura el papel de República Dominicana como país anfitrión y a no permitir que un símbolo cultural como la chacabana —aunque importante— se convierta en una distracción que opaque el fondo de la Cumbre.
“República Dominicana está en el puesto 83 en el Índice Global de Poder Blando, a pesar de ser una de las economías más dinámicas de la región. Esta es una oportunidad para cambiar esa percepción. Si nos enfocamos en la chacabana y no en el contenido, seguimos atrapados en lo que llamo la mentalidad del arroz con huevo”, afirmó.
La anécdota histórica de Juan Bosch en México —quien acudió sin banda presidencial a una visita de Estado y ofreció como obsequio una caja de arroz y un par de guineas vivas— fue traída al debate para ilustrar cómo la falta de previsión protocolar puede afectar la imagen del país.
Finalmente, Cruz insistió en que el verdadero reto está en diseñar una cumbre que proyecte liderazgo regional y que deje resultados tangibles. “Que se queden con la chacabana quienes no entienden el peso de este evento. Yo prefiero una cumbre sin chacabanas, pero con visión de Estado”.