Santo Domingo, RD. – El comunicador Julio Martínez Pozo informó que las autoridades dominicanas investigan la misteriosa muerte de una ciudadana extranjera identificada como Helen Frances Jule, quien falleció mientras se encontraba bajo custodia en un centro de detención de la Dirección General de Migración en Haina.
Durante su programa transmitido por ZOL FM, Pozo reveló que Jule, de nacionalidad estadounidense, sufría un trastorno psicótico documentado, lo cual habría sido comunicado por familiares y confirmado por las autoridades migratorias. “No se trata de un caso de abuso ni de un crimen común, sino de un fallecimiento vinculado a una condición mental seria que no fue atendida adecuadamente”, subrayó el comunicador.
El deceso ha provocado reacciones encontradas, especialmente luego de que medios internacionales insinuaran que se trató de un caso de negligencia o violencia institucional. Sin embargo, Pozo desmintió versiones que circulaban sobre un supuesto caso de violación o agresión durante su detención, calificándolas como “rumores sin sustento ni evidencia”.
Además, aclaró que la fallecida no era de nacionalidad haitiana, como se había especulado en redes sociales, sino estadounidense, y que fue detenida durante un operativo rutinario por su situación migratoria irregular. “Hay que tener cuidado con las etiquetas ligeras y las campañas internacionales que buscan desinformar”, advirtió Pozo.
El caso ha puesto sobre la mesa la necesidad de revisar los protocolos de detención y cuidado de personas con condiciones mentales dentro del sistema migratorio dominicano. Pozo también hizo un llamado a las autoridades para que este hecho no quede solo en estadísticas, sino que sirva de alerta sobre la urgencia de integrar asistencia médica y psicológica a los procesos de detención migratoria.
Mientras tanto, el Ministerio Público y la Dirección de Migración continúan con las indagatorias para determinar si hubo fallas institucionales en el manejo del caso.
El fallecimiento de Helen Frances Jule ha generado preocupación entre organismos de derechos humanos y sectores de la sociedad civil, que exigen mayor transparencia en el manejo de detenidos con condiciones médicas delicadas. Varios analistas advierten que este caso pone en evidencia la falta de protocolos especializados para atender personas vulnerables en centros de detención, y llaman a que se establezcan garantías mínimas de atención humanitaria sin importar la nacionalidad o estatus migratorio del detenido.