El comunicador Euri Cabral advirtió que la falta de regulación clara para las candidaturas independientes podría provocar un “caos” en las elecciones nacionales de 2028, e instó al Congreso Nacional a asumir su responsabilidad y establecer reglas claras en el marco constitucional.
Cabral recordó que aunque el Tribunal Constitucional validó la posibilidad de aspiraciones fuera del sistema de partidos, esa decisión no puede estar por encima de la propia Constitución. “Si la democracia dominicana está sustentada en un sistema de partidos, cualquier candidatura fuera de ese esquema debe tener regulaciones similares para garantizar la coherencia del proceso”, afirmó.
Cabral enfatizó que no se trata de limitar derechos, sino de establecer deberes, requisitos y normas mínimas, tal como ocurre con la libertad de expresión: “Usted puede decir lo que quiera, pero debe asumir las consecuencias de lo que dice. Lo mismo debe aplicarse a quienes aspiren por la vía independiente”.
Además, hizo un llamado tanto a la Junta Central Electoral como a los legisladores para que definan con claridad qué se entiende por candidatura independiente, quién debe regularla y si es necesario modificar la Constitución para ello.
Finalmente, Cabral advirtió que permitir aspiraciones sin reglas mínimas podría saturar las boletas en todos los niveles electivos, lo que a su juicio pondría en peligro la operatividad del sistema electoral dominicano.
Cabral recordó que en todos los sistemas democráticos del mundo donde existen candidaturas independientes, estas se rigen por normas claras y específicas. “No puede ser que en República Dominicana cualquiera se inscriba sin tener ningún tipo de control. Eso convertiría las elecciones en un desorden ingobernable y restaría legitimidad al proceso”, expresó. En ese sentido, sostuvo que la regulación no debe ser vista como una limitación, sino como una garantía para preservar el equilibrio institucional.
El comunicador también advirtió que permitir postulaciones sin filtros podría convertir las boletas en documentos interminables, con decenas o cientos de nombres en cada nivel electoral, lo que complicaría tanto la votación como el conteo. “Si no se pone un límite, vamos a pasar un año entero contando votos. El sistema simplemente colapsa”, concluyó.