Un reciente estudio realizado por investigadores de la Universidad de Harvard ha encontrado que el consumo regular de café con cafeína en la mediana edad está asociado con un envejecimiento saludable en mujeres. El estudio, presentado en la reunión anual de la Sociedad Estadounidense de Nutrición, analizó datos de casi 50,000 mujeres durante un período de hasta 30 años. Los resultados sugieren que aquellas que consumían entre una y dos tazas de café al día tenían una mayor probabilidad de llegar a los 70 años o más sin enfermedades crónicas importantes, manteniendo una buena salud mental y física, y sin deterioro cognitivo.
Los investigadores definieron el “envejecimiento saludable” como vivir hasta los 70 años o más, estar libre de 11 enfermedades crónicas importantes, mantener la función física, gozar de buena salud mental, y no presentar deterioro cognitivo ni problemas de memoria. El consumo de café con cafeína se asoció positivamente con estos criterios, mientras que el consumo de té, café descafeinado y refrescos de cola no mostró los mismos beneficios.
Aunque el estudio no establece una relación causal directa, los hallazgos sugieren que el consumo moderado de café podría ofrecer beneficios protectores cuando se combina con otros hábitos saludables como el ejercicio regular, una dieta equilibrada y evitar fumar. Es importante destacar que el consumo excesivo de café puede tener efectos adversos, por lo que se recomienda mantener una ingesta moderada.
Los expertos sugieren que los antioxidantes y compuestos bioactivos presentes en el café podrían ser los responsables de estos efectos beneficiosos sobre la salud. Estos componentes ayudarían a reducir la inflamación y el estrés oxidativo, dos factores clave en el envejecimiento y en el desarrollo de enfermedades crónicas. Sin embargo, advierten que aún se requieren más estudios para entender completamente los mecanismos involucrados.
El estudio también resalta la importancia de considerar el contexto general del estilo de vida de cada persona, ya que el café por sí solo no garantiza un envejecimiento saludable. El consumo de café debe formar parte de una rutina que incluya una alimentación balanceada, actividad física y atención médica preventiva para maximizar sus posibles beneficios a largo plazo.