Del Peugeot al banquillo: crecen las investigaciones contra figuras del PSOE.

Siete años después de recorrer España en un Peugeot con el objetivo de renovar el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y ganar las primarias, un grupo de dirigentes cercanos al presidente Pedro Sánchez enfrenta ahora graves acusaciones que amenazan con descomponer la imagen de aquel proyecto político.

Lo que comenzó en 2017 como una cruzada contra la corrupción terminó convirtiéndose, para muchos críticos, en un caso más de los que solían denunciar. Santos Cerdán, secretario de organización del PSOE, ha sido vinculado a un supuesto esquema de cobro de comisiones por adjudicaciones amañadas, según medios nacionales.

A su vez, Koldo García, exasesor cercano a José Luis Ábalos, está siendo investigado por presunta participación en una red delictiva que incluye cargos por organización criminal, tráfico de influencias y cohecho. Ábalos, exministro de Transportes, enfrenta cuatro imputaciones que abarcan presuntos beneficios personales, uso de viviendas de lujo, colocación de allegadas en puestos públicos y participación en fiestas privadas en instalaciones estatales.

Mientras tanto, el presidente Pedro Sánchez ha mantenido que no tenía conocimiento de las actuaciones irregulares de sus colaboradores más próximos. Su postura ha generado críticas en sectores opositores y en la opinión pública, donde ya se hace eco, de forma irónica, el apodo “la banda del Peugeot” para referirse al grupo que alguna vez encarnó la promesa de regeneración ética del PSOE.

Tensión interna sacude al PSOE

El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) atraviesa un periodo de tensión interna debido a diferencias en la dirección y la gestión de la política del partido. Varios sectores dentro de la formación han expresado desacuerdos respecto a ciertas decisiones estratégicas y la comunicación con sus bases, lo que ha generado debates públicos y cuestionamientos sobre la unidad interna.

Estas fricciones también han afectado la percepción ciudadana y el desempeño electoral en algunos territorios.

Además, la tensión se ha visto alimentada por la presión de partidos aliados y la necesidad de mantener cohesión frente a retos políticos como la economía, la gestión de la pandemia y las reformas sociales. Los líderes del PSOE han convocado reuniones para buscar consensos y evitar que las diferencias internas se profundicen, conscientes de que un frente unido es clave para afrontar los desafíos futuros y mantener su posición en el panorama político español.